Del Sherry Cobbler al Rebujito. Breve historia de un clásico.

1 junio 2020

Crédito de la imagen @Rafalcor

 

-¿De donde viene el rebujito?

Sus orígenes se remontan en torno a 1820. El Rebujito desciende del mítico cocktail Sherry Cobbler. Éste cóctel fue creado en Estados Unidos. Causó furor, siendo todo una moda durante la década de 1830. Su fama continuó hasta la Prohibición al instaurarse la «ley seca» en 1920, ley que seguiría en rigor hasta 1933. En 1888, Harry Johnson escribió en su Bartender’s Manual que era la bebida más popular de la época, muy refrescante, consumida tanto por hombres como mujeres, tanto por jóvenes como por mayores. Dicen las malas lenguas que durante la Exposición Universal («La Expo») de 1867, en París, los asistentes se bebieron 500 botellas diarias de vino de Jerez;Un Sherry Cobbler tras otro.

 

“Without doubt the most popular

beverage in the country”.

Harry Johnson, Bartenders manual. 1898

(Sin duda la bebida más popular en el país).

 

 

-Vale, vale. Entonces el Rebujito viene del «Sherry Cobbler«. Pero, ¿qué es?

Un Cobbler es todo aquél cóctel preparado de forma habitual con vino, agitado en coctelera –la coctelera de tres piezas se llama coctelera cobbler– y servido en un vaso metálico. Se le añade hielo roto, decorada con frutas, y menta y con una pajita.

El Sherry cobbler es entonces vino de Jerez, un poco de azúcar, algo de soda, hielo picado por doquier, una rodaja de naranja y dos pajitas -para que pudiera ser compartido-

La pajita es fundamental, ya que fue inventada en la misma época que este cóctel para evitar que el hielo roto (una novedad también en aquellos años) molestara al inclinar el vaso.
Desde luego creo que es un cóctel a reivindicar en la actualidad. Es refrescante y fácil de beber, tiene poco alcohol, es dulce, es estiloso, utiliza un producto local que se está revalorizando en los foros gastronómicos e incorpora fruta fresca. No se puede pedir más.

-¿Y porqué se bebe rebujito en la feria?

Se hizo muy popular en la sevillana Feria de Abril de nuevo durante 1990.  Aquello supuso el realzamiento del rebujito que todos conocemos y adoramos. Por aquél entonces se preparaba con Manzanilla, vino que habría relegado al entonces rey, el fino. Dos eran las marcas jerezanas que mandaban en la época: ‘San Patricio’ y ‘Carta Magna’.
El rebujito que bebemos en la Feria es una versión mucho más minimalista que el origina. Una jarra hasta arriba de hielo, una botella pequeña de fino manzanilla.

Ayuda mucho el hecho de que sea tan refrescante, ideal para soportar el calor de Mayo en Córdoba. Además, al ser un combinado con base de vino reduce su porcentaje de alcohol en comparación a un combinado clásico (destilado + refresco). Eso significa menos deshidratación y por tanto incrementa nuestras horas de diversión en la feria. Es importante no obstante alternar el consumo de rebujito con agua frecuentemente. Esto hará que nuestro cuerpo procese mejor el alcohol, el calor y el bailoteo. Además, nos evitará una incómoda resaca. Por suerte beber agua no nos baja ese «chispazo» que tanto nos gusta del rebujito. Todo esto forma parte de la filosofía que implantamos en Glace a la hora de elaborar nuestros menús; la Coctelería Daki es una coctelería enfocada al Consumo Responsable .

“It’s simple, balanced

and made with what’s arguably

the most timeless ingredient ever—sherry”.

 

-¿Cómo lo hacéis en Glace?

A nosotros nos gusta complicarlo un poquito más. Los que nos conocen saben como nos gusta jugar con los sabores y experimentar con la cóctelera. Hemos bautizado nuestra versión como Fino Cobbler y forma parte de nuestro menú desde 2018, en la categoría de Coctelería Daki

Aquí va la receta:

Fino Cobbler

  1. 40 ml Fino Tauromaquia
  2. 20 ml Pure de manzana Monin
  3. 10 ml Vainilla
  4. 10 ml Licor de avellana
  5. Top Ginger ale.
  6. Una Piel de naranja y de limón.
  7. La puntita de una rama de hierbabuena.
  8. Servimos en una copa grande de vino con hielo.

La receta original de 2018 era sin embargo algo diferente, aunque la esencia de un cóctel refrescanteligero permanece intacta.
A continuación podéis ver el tríptico que publicamos en nuestro Instagram.

Además como homenaje a nuestra ciudad, lo acompañamos de una obra de arte de artesanía. Me refiero al posavasos , que es un de “Cordobán” de cuero, de a manos del Maestro Artesano Guadamacilero Jose Carlos Villarejo García, artífice del Guadamecí Omeya. Una técnica que nació en la ciudad capital del Califato Omeya, por aquél entonces Qurtuba, para decorar las paredes de las casas nobles de Medina Azahara, allá por el siglo X.

 

Close
Close
Ir al contenido